lunes, 10 de julio de 2017

Japón y sus creativos experimentos en vivienda Por Elías Cababie Daniel

Japón tiene la peculiaridad de tener casas de corta duración y vida, pues en promedio se estima que pueden dar un cobijo seguro y confortable un máximo de 26 años, según el material y cuidado con que se provea a la misma vivienda. Por esta razón no es coincidencia que en ese país exista un número mayor de arquitectos per cápita en el mundo, emisarios que se encargan de diseñar nuevos conceptos y estructuras con que erguir un nuevo sistema de construcciones de vivienda para su peculiar sociedad.
ELÍAS CABABIE DANIEL. FOTO DE EJEMPLOS DE EXPERIMENTOS EN VIVIENDA EN JAPÓN


En tanto esta realidad es un hecho que se conforma de espectaculares creaciones; es fácil encontrar un par de ellas de eclécticas formas, diseños e innovaciones que dejaran a más de uno impresionado. Así pues, entre el catalogo infinito de modelos experimentales, hallamos propiedades sin ventanas o transparentes de formas divertidas e indumentos raros, sin embargo, todas ellas comparten una triste realidad, y es que no duran para siempre.
ELÍAS CABABIE DANIEL. FOTO DE EJEMPLOS DE EXPERIMENTOS EN VIVIENDA EN JAPÓN


Uno de estos ejemplos lo encontramos en “La Casa del Té de Terunobu” (construida en colaboración con el arquitecto Takeshi Hayatsu radicado en Londres), y que enmarca una excéntrica casa, aparentemente de entramado, levantada sobre estacas de madera gruesa. Pues a menudo este tipo de diseños construidos sobre árboles o columnas, son consideradas como obras visiblemente artesanales, irregulares un poco toscas y casi infantiles. A menudo parecen un error, llevando el "wabi-sabi" (aceptación de la transitoriedad y la imperfección) al extremo, pero también son seductoramente atractivas con interiores maternales e íntimos. Ventanas pequeñas y líneas torcidas que les asemejan a manifestaciones de dibujos infantiles y esta pequeña casa de té, con sus dos ventanas en forma de huevo como ojos ligeramente tristes y su encofrado carbonizado, no es diferente. Deliberadamente es estrecha y de difícil acceso (a través de una escalera de mano), la intención es hacernos pensar sobre el espacio, sobre la ceremonia del té y sobre cómo interactuamos con la construcción, que está dotada de cierto espíritu. Es una idea que se remonta a las tradiciones animistas. Si parece familiar, es probablemente porque Fujimori colaboró a menudo con Studio Ghibli, productores del anime onírico, a veces extremadamente cursi, con que ha sido impregnada la cultura contemporánea de Japón.



Elías Cababie Daniel

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