Hay que
reconocerlo: muy poco hemos hablado en este espacio de las mujeres y su
participación en la arquitectura. Pero en aras de remediar la situación, hoy no
sólo hablaremos de una importante arquitecta mexicana, sino que lo haremos a
través de su trabajo, el Ajijic, ubicado en el Lago de Chapala, Jalisco.
Tatiana Bilbao,
nuestra protagonista del día, tuvo como petición el construir un espacio que
fuese fácil de mantener y abierto a una posible adaptación interior. Así que
Bilbao dejó de lado las formas convencionales y se enfocó en el juego de
figuras geométricas.
Es sumamente
injusto llegarle a describir como una cabaña dado que esta casa está muy por
encima de ese concepto, pero es para que se vayan dando una idea, puesto que no
tiene la forma usual en las casas. Es una construcción dividida en dos grandes
áreas, simétricas ambas, y encontradas por un par de pasillos.
Por dentro, es
más sencillo darse cuenta de que la casa está compuesta por una serie de cubos
que funcionan en conjunto, justo como lo hace una familia. Si bien todas las
partes funcionan por separado, lucen mejor en conjunto; al igual que la
disposición de las habitaciones, pues las hay muy privadas o abiertas al paso.
En cuanto a los
materiales, se utilizó hormigón con una textura particular, pues está tiene su
propio color arena y se levantó la construcción de manera tal que hubiese una
armonía con las formas tanto fuera como dentro. No hubo necesidad de darle un
acabado específico pues el material goza de calidez propia, y se acentúa con la
luz del sol.
Si bien hubo una
petición para que se pudiera adaptar, como ya lo había dicho, esto seguro que
no será necesario pues Tatiana tuvo el tacto de sentarse con los clientes para
dejar un trabajo bien hecho en todos aspectos.
Elías Cababie Daniel.
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