Desde tiempos
inmemoriales, nuestros antepasados, los primeros seres humanos que empezaron a
poblar la tierra se enfrentaron con una interrogante que los ha perseguido por
el paso del tiempo, ¿cómo controlar y aprovechar los elementos de la naturaleza
como el agua?
Con esta
pregunta en mente han surgido distintas herramientas y especializaciones que
permanecen vigentes a pesar de los años. Algunos ejemplos son los grandes
acueductos o las represas que a lo largo del mundo se han edificado, pero qué
pensarían si les dijera que existe un método que implementó un país europeo
para prevenir un desastre natural que pudiera incluso desaparecerlo de la faz
de la tierra.
El Plan Delta
o Deltawerken se implementó luego que los investigadores descubrieran que la
situación de Holanda se encontraba en peligro durante épocas de grandes
corrientes y altos niveles de agua del río Rin, Maas y Escalda. Tras uno de los
desastres más notables en la historia de la nación en 1953, donde 1.835
personas fallecieron y aproximadamente 150.000 hectáreas fueron inundadas.
Después de
esta contingencia, se necesitaban medidas extremas por lo que surgió el
Oosterscheldekering, una barrera compuesta por 65 pilares de hormigón
prefabricado, de las cuales 62 son de acero inoxidable extendidas en 3
kilómetros, que además se mueven de acuerdo a las condiciones climáticas de las
mareas.
Con esta
pieza magistral de ingeniería, Holanda, se aseguró de proteger sus límites de
un elemento que nuestros antepasados siempre soñaron con poder controlar.
Sorprende en lo personal que su construcción llevó 30 años y que no sólo
protege las regiones propensas a las inundaciones también protege a la tierra
contra la salinización del mar.
Elías Cababie
Daniel
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