Si podemos
hablar de un arquitecto, con el suficiente peso de crear nuevos paradigmas y
ser una influencia notable para los futuros profesionistas en el área,
tendríamos que resaltar sin duda, el nombre de Renzo Piano por la vanguardia
futurista en materia de ingeniería arquitectónica que le ha inyectado a sus
obras.
Ganador de un
premio Pritzker (quizá el más reconocido en la materia), Piano ha asombrado no
solo a arquitectos, también a ingenieros por su estilo futurista y siempre
simulando movimiento en cada pared que ha edificado. Aunque el valor de Piano
ha ido más allá pues es quizá el único quien ha podido inyectar su firma en un
sinfín de estilos únicos.
Una de las
técnicas de Piano que me gustaría resaltar es la del High Tech, la cual tiene
como fundamento principal la ingeniería como elemento estético. Es cuando el
movimiento cobra vida y las líneas crean nuevas formas, vivas, que realzan la
labor de Piano al tener como elementos principales el vidrio y el acero a los
cuales les inyecta un moderno estilo.
Algunas de
sus obras más famosas son: el centro Pompidou, el aeropuerto de Osaka, el
Centro Cultural Jean-Marie Tjibaou en Noumea, el Museo de la Colección Menil en
Houston, los Cruceros “Royal Princess”, “Crown Princess” y el Central Saint
Giles por mencionar unos ejemplos.
Nacido en
1937, sin duda alguna, Piano debe ser considerado una de las grandes mentes
urbanas del último siglo, y quizá, el arquitecto más innovador en la historia
de este arte al llevar la fusión ingeniería-arquitectura a otros niveles.
Elías Cababie
Daniel.
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