Al borde del
lago Michigan en el estado de Milwaukee descansa un museo que luce expectante a
los ojos de viajeros que no pueden evitar sorprenderse por su construcción, un
homenaje a las formas y figuras que en teoría lucen difíciles de unir, pero que
cuando lo hacen, se consolidan como piezas urbanas de arte.
Creado por
Santiago Calatrava, el rediseño y solidificación del museo más importante de la
zona no podría ser normal a los vistos hasta el momento, pues con muros curvos
con medidas variables que se conectan a losas con alturas variadas y demás
elementos vanguardistas, el museo crea una geometría propia a los ojos de
quienes lo miran.
El diseño
luce en su totalidad como un gran barco futurista con sus velas que se abre
paso para surcar un lago lleno de historia en la ciudad y
hay que resaltar que las alas del lugar pueden cerrarse, de hecho, la
ingeniería del complejo permite que se abran para dar sombra por las mañanas
cuando el sol golpea con fuerza a la entrada y por las noches cierra las alas
para evitar el desgaste de energía.
De esta forma, la creación de Calatrava está
inspirada en los elementos que permanecen en el entorno del lugar: las aves,
los botes y por supuesto el lago que distingue a Milwaukee en los Estados
Unidos.
Elías Cababie
Daniel.
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